Las ciudades sienten con fuerza los estragos del cambio climático. Las temperaturas medias en Europa están aumentando más rápidamente que la media mundial, y las ciudades europeas están sintiendo los efectos del cambio climático con mayor regularidad y gravedad. Con el verano de 2023 batiendo récords de temperatura, la necesidad de invertir en la resiliencia de la sociedad al cambio climático nunca ha estado tan clara, tal y como señala un informe de la Agencia Europea de Medio Ambiente.
Los efectos del cambio climático pueden sentirse con mayor intensidad en las zonas urbanas debido a su morfología y a la densidad de sus infraestructuras y población. Otros riesgos crecientes en las zonas urbanas son la escasez de agua y la reducción de su calidad, la propagación de vectores portadores de enfermedades infecciosas, las tormentas, los incendios forestales, los corrimientos de tierras y las inundaciones costeras debidas a la subida del nivel del mar.
Se calcula que tres cuartas partes de la población europea vive en zonas urbanas, por lo que las ciudades tienen la responsabilidad, pero también la capacidad, de ser verdaderos motores del cambio. Las medidas locales de adaptación pretenden aumentar la resistencia general de los sistemas urbanos, teniendo en cuenta que existen desigualdades tanto en la forma en que los distintos grupos de población se ven afectados por el cambio climático como en la manera en que pueden beneficiarse de cualquier medida de adaptación que se adopte.
La adaptación es necesaria en todos los sectores y a todos los niveles de gobernanza, y urge ampliar las medidas locales. En MCV somos expertos en servicios de control de calidad del aire para ciudades. Visita nuestra web para más información.
